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Allí
Zarpé desde tu imagen
en busca de tesoros,
bogué por todo el mundo
para decirte "Te adoro".
Pinté sobre tu piel
el navío más bonito,
la sed de los silencios,
un albátros en su nido.
Y fui un vagabundo,
anhelando cuentos sobre tu vientre,
plasmando lunas sobre tus senos,
creando versos en tu frondosidad.
Y aquella madrugada
partió por la ventana.
Allí;
los sentidos se hicieron vida
y entonces la vida tuvo sentido,
cuando por fin... te quedaste a mi lado.
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