Algún día
Desde el momento en que apareciste
el ciclo de mis sueños estuvo completo
y las manos cerraron un pacto de amor
con los latidos unidos en todo lo eterno.
La luz que me regaló tu calma brisa
creó la canción que guía mi alma
y fuiste tú la única y dulce razón
por lo que empecé a vivir el amor.
Más allá de lo que la vida me depare
tengo la certeza de volverte a encontrar,
con la misma luna olivarera en tus ojos
y la subyugante sonrisa de tus labios.
No sé cómo ni cuándo ha de pasar,
pero algún día me encontraras sobre tu vientre,
derramando las semillas de pasión que anidan
en lo más profundo de mi corazón.