Adiós al amor
Ring, tocan a tu puerta,
no hay razón para un chillido,
es solo el amor que llama,
huyendo despavorido,
de esos ojazos tuyos
que lo tienen cabizcaído.
No hay misterios, ni disfraces,
ni canción lenta sonando,
solo sueños imposibles
que el papel va transformando,
en pequeñas realidades de "aquellos"
que lo vienen trastornando.
En el correr de esa loca
historia que nos tocó vivir,
el río, el parque, la estación,
todo tuvo un dulce devenir,
formando lagos, de azules lágrimas,
en la tristeza del porvenir.
Vuelve el timbre a sonar, y tu allí,
helada, sin saber que hacer,
frotándote las manos,
buscando una respuesta, que está en tu ser,
anhelante, hiriente, desbordante,
queriendo nacer y correr.
La lógica se impone, porque el amor
es impaciente y no espera,
dos veces tocó a tu puerta y tu miedo
solo supo dejarlo afuera,
ya la golondrina de mi corazón,
murió por tu fría mente pistolera.
El viento, la lluvia y el sol,
se rieron de tu maldito temor,
las vías del ferrocarril vieron
pasar tu tren del malhumor,
y la plataforma de la estación,
te vio decirle adiós al amor.