Cárcel de amor
(Soneto octonario con estrambote)
Yo que en la estela fui viento y en la tierra solo mar,
más por llegar a triunfar tiré la paz y el aliento,
me convertí en un lamento gimiendo por el pinar
mientras quería encontrar para mi vida argumento.
Hambriento por tanta fama me olvidé de tu sonrisa,
de la pasión que tu risa en mi corazón declama,
de aquel beso en la mañana que era mi mejor divisa
y el aroma de tu brisa encendiéndome cual flama.
Niña dama que tu ser me entregaste en un verano
y tomándome la mano al amor pude entender,
así vuelvo a ti mujer al descanso del gitano
pidiendo un perdón humano si lo quieres conceder.
Quiero otra vez renacer en el verde de tu llano,
sentir tu piel de manzano en tanto vemos llover
viendo los hijos crecer.
Fueron ríos de ilusión festejando aquel regreso
y por siempre en su prisión he de quedarme preso.